Perlas, mágica atracción
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Los pendientes enmarcan el rostro, por tanto la forma y el tamaño deben ser los adecuados para cada persona.
Rostro cuadrado: Pendientes pequeños y redondos. No deben llegar a la mandíbula.
Rostro redondo: Pendientes alargados que disimulen la redondez del rostro.
Rostro triangular: Nunca alargados y finos a la vez. En este caso quedan muy bien los largos y anchos.
Rostro ovalado: Son las más favorecidas, no hay restricciones en las formas. Elige en base a tu gusto.
Azul cielo, delicadeza suspendida
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La belleza de la sencillez